No tenemos vino canario Señor!!!

Son demasiadas las ocasiones que cuando estoy mirando la carta de un bar o restaurante escucho esta frase por parte de un camarero o un hostelero. Y siempre se convierte en una oportunidad para hacerles caer en la cuenta de que hay consumidores que nos gusta tomar vino de nuestra tierra. Las respuestas son variadas, pero sigo sorprendiéndome porque en Canarias, hay que hacer esfuerzos notables para hacer entender a nuestros hosteleros, y a nuestra ciudadanía en general, de la necesidad del consumo de productos de proximidad, de productos Km 0 o como los solemos llamar en Canarias, “productos del país”.

La distribución de alimentos y, por tanto, nuestra alimentación diaria no se han escapado en los últimos 30 años de la globalización que se ha instaurado en todo el mundo. Hoy por hoy no nos resulta extraño llevar a casa y poner en la mesa productos de procedencias muy diversas, productos que, de media, han recorrido más de 5.000 kilómetros, en un territorio además alejado, más si cabe, de los principales centros de producción (Europa y América). No cabe duda que los procesos de envasado y transporte que conlleva mover productos desde el otro lado del mundo dejan una huella ecológica importante en nuestro planeta. Frente a los alimentos que viajan tantísimos kilómetros desde su lugar de producción hasta nuestra despensa, están los llamados productos de Km 0 o productos de proximidad.

Es evidente que ante la saturación poblacional y el número de turistas anuales en Canarias no estamos capacitados para autoabastecernos a un 100% de productos propios pero esto no es óbice para que administraciones, empresas y ciudadanía deban realizar el máximo de esfuerzos para que el consumo de productos del país sea el máximo posible. Para ello es necesario la promoción y ayuda a la agricultura y ganadería, el reforzamiento de la industria alimentaria y la sensibilización entre nuestra gente de la necesidad de un consumo responsable de nuestros productos. Trabajo institucional, que por cierto, ha significado al Cabildo de Gran Canaria con iniciativas como “Gran Canaria Me Gusta”, la Ruta del Vino de Gran Canaria y otras, con un liderazgo potente con respecto a lo que estábamos acostumbrados históricamente.

Vino blanco de Lanzarote.

Parémonos un momento ante el ejemplo del vino. Existen varias razones que hacen menos competitivo a nuestros “caldos”. Producciones pequeñas y atomizadas que aumentan el precio de comercialización, un paladar de nuestra gente acostumbrado a años de dominio de los “perfectos” Ribera y los Rioja, una distribución deficiente de las marcas, etc.

Pero, ¿se trata de competir o de tener un hueco en la mesa para nuestros residentes y/o visitantes?. En el caso del vino blanco, los vinos de distintas islas se han ganado la confianza y una creciente fama entre el consumidor. Es verdad que el tinto sufre más la competencia por distintos motivos, pero desde luego como consumidores (y lo hago extensivo a las empresas y administraciones) debemos alzar la voz cada vez que podamos para que en un almuerzo, en un evento o en un restaurante tengamos la opción de poder probar un vino del país. ¿Cómo es posible que en un restaurante de “Las Canteras” te ofrezcan un “Lambrusco” o un “Rueda” y no sean capaces de tener en carta un “Bermejo” de Lanzarote o un “Agala” de Gran Canaria?. ¿Si ustedes viajaran a la Toscana o a Provenza no quisieran probar un vino de la zona?, o ¿pedirían un Rioja?. En fin. Es indiscutible que nuestra hostelería debe dar la opción de probar nuestros propios vinos al residente y al turista. No pido que la carta entera sea de vino canario, por supuesto, pero que por lo menos haya cierta variedad (en marcas y precios) que permita una selección óptima. Por supuesto en esto, el consumidor tiene mucho que decir.

Vino tinto de Tenerife con aguacate y tomates ecológicos.

Es evidente que la apuesta por el producto de proximidad no sólo es una cuestión de “patrioterismo” muchas veces ridiculizado por memes y chistes (como la imagen del Clipper y el chorizo de Teror) sino que sobre todo el consumo de este tipo de productos ayuda a llevar una alimentación más equilibrada, sana y saludable (con respecto sobre todo a la producción agrícola y ganadera), son más sostenibles y reducen la huella de carbono, reduciendo en gran medida la contaminación.   

Además reducen el desperdicio alimentario. Ya que muchos productos que viajan miles de kilómetros antes de llegar al supermercado se estropean en el transporte. La cercanía entre el lugar de origen y el lugar de consumo final evita el deterioro y las mermas de alimentos, y por supuesto ayudan a promover la economía local. Con los productos de cercanía se reducen los intermediarios necesarios para esos alimentos lleguen a las tiendas, impulsando una economía más justa que respeta los derechos de los productores.

Seguramente esta es una dura confrontación contra el consumo despiadado de productos foráneos traídos de fuera, a miles de kilómetros, pero desde luego es una “guerra” donde cada uno puede poner de su parte muchísimo. Cuando haya dudas siempre compra local, y en la medida de lo posible apuesta por este consumo en tu día a día. Nuestro futuro y el del planeta también esta en tu mano. #NoHayPlanetaB

PD: Les dejo por aquí iniciativas interesantes institucionales de promoción de productos del país:

https://grancanariamegusta.com/

https://www.telde.es/wp-content/uploads/2022/06/catalogoteldetodoloquequieres.pdf

Con la soberanía alimentaria y la Fundación Tamaimos

Me llega a través de las redes sociales un muy buen artículo de Alfredo Cabrera sobre la necesaria redefinición del modelo económico canario y la obligación de realizar una nueva mirada sobre nuestra agricultura y ganadería, sobre la necesidad de una mayor soberanía alimentaria. Estoy muy de acuerdo con la reflexión de este joven biólogo canario que desarrolla su labor profesional en Bélgica.

Les dejo aquí el enlace de este interesante artículo de Alfredo:

Covid-19 y abastecimiento alimentario en Canarias: ¿Una oportunidad para reforzar las economías locales?

Pero cuando me propuse difundir este artículo, de repente me dí cuenta, no sólo de la necesidad de difundir el mismo sino de la importancia que ha tenido en los últimos años, en el desalentador panorama intelectual de nuestro archipiélago, la web y la organización bajo la que se refugia esta reflexión y muchas otras de importante contenido para nuestra tierra, la Fundación Tamaimos.

La Fundación Canaria Tamaimos nace en 2014 de la iniciativa de jóvenes profesionales de distintos ámbitos como un esfuerzo altruista para dotarse de un instrumento que permita ejercer un mecenazgo responsable en favor de la cultura y la identidad canarias, así como de la difusión de ideas que puedan ayudar a Canarias a desarrollarse responsablemente con el territorio y las generaciones futuras.

Conocí la Fundación cuando me invitaron en 2017 en Agüimes a realizar un pequeño alegato de 15 minutos (alegatox, le llaman ellos) sobre la movilidad sostenible en nuestro archipiélago en el marco de un encuentro que realizan todos los años para difundir experiencias culturales, científicas, intelectuales, etc. muy diversas, el Foro Bucios.

En estos años he podido ver un esfuerzo titánico para organizar ese Foro de muchos buenos profesionales y técnicos sobre temas muy diversos y de interés para propagar ideas que a veces no tienen marcos adecuados de difusión. Por otro lado su sitio web y la edición de su propia línea editorial también ha sido un lugar de encuentro de buenas y acertadas reflexiones sobre Canarias. Muchas veces es difícil tener un pensamiento propio sobre muchos problemas que acucian a nuestras islas y al mundo entero y repetimos como mantras las mismas ideas que se generan en Madrid, Barcelona, Londres o San Francisco. Este pensamiento autocentrado y desde nuestra propia forma de ver el mundo se echa de menos y la Fundación ha hecho una labor encomiable en este sentido.

Sirva este post como reconocimiento a la buena gente que de forma altruista lo ha llevado adelante, como José Miguel Martín, Iván Vega, Tenesor Rguez, Luis Azofra, Raúl Vega, y tantos otros, y como mi propio granito de arena para apoyar este proyecto colectivo para que cada día más canarios y canarias lo conozcan.